Estoy seguro que has experimentado esto más de una vez en el último año… Te preparas un café bien caliente, te sientas listo para trabajar, prendes tu laptop, abres una nueva conversación con la IA, escribes una petición genérica como “hazme un post sobre X o Y” o “escríbeme un email para decirle a mi jefe que no podré asistir a la cena navideña este año”… y lo que recibes suena correcto, sí, pero vacío, sin alma.
El texto parece armado con piezas prefabricadas, sin emoción, sin color, sin matices, sin la chispa que te representa, que te hace único. Y si además, estas usando la versión gratuita de la herramienta, el problema se acentúa: no tiene mayor contexto sobre ti, tu estilo, tus conversaciones anteriores, ni tu forma de expresarte.
La mayoría de personas que usan ChatGPT de esta forma terminan creando contenido genérico que suena igual al de todos los demás. Textos funcionales, pero planos. Publicaciones que cumplen, pero no conectan de verdad con el lector. No contienen detalles que solo tú conoces. Se nota mucho cuándo un post fue escrito por alguien que solo copió y pegó la primera respuesta que recibió y que además no se tomó el tiempo de dar detalles o elementos propios.
Sin embargo, el problema no son las herramientas de inteligencia artificial. El verdadero problema es cómo las utilizas. El juego no trata de evitar la inteligencia artificial, sino de entender su rol. Si la ves como un sustituto de tu voz, perderás tu autenticidad. Pero si la ves como un sparring creativo, como un asistente que te ayuda a organizar tus ideas, desarrollar estructura y pulir lo que ya nació en tu mente, de tu conocimiento, investigación, etc, entonces se convierte en una ventaja real.
Hoy quiero mostrarte cómo puedes usar ChatGPT para escribir textos, emails, posts, lead magnets, etc de manera rápida, efectiva y óptima sin perder tu esencia, sin sonar como un robot más. Y por consiguiente, lograr diferenciarte y sobresalir por lo que te hace único. Cómo convertirlo en un aliado estratégico que potencie tu comunicación en lugar de reemplazarla.
Y como bonus para que lo pongas en práctica hoy mismo, al final de este blog te dejaré un prompt rápido que yo mismo he utilizado varias veces que tu puedes copiar y adaptar hoy mismo a tu contenido.
Vamos a ello.

1. La falsa dicotomía: Inteligencia Artificial vs Autenticidad
Existe una creencia bastante común entre muchos solopreneurs, creadores de contenido y emprendedores digitales. La creencia de que usar herramientas de inteligencia artificial como Chat GPT te hace menos auténtico. Como si el simple hecho de pedirle ayuda a una máquina fuera una forma de hacer trampa. La verdad es que no todo es blanco o negro, usarla o no usarla, ser real o sonar como un robot. Esa es una falsa dicotomía.
Lo que muchos no comprenden es que no necesitas entregarle todo el proceso a la IA. No se trata de escribir un prompt como “hazme un email sobre este tema” y luego hacer copy-paste de lo que te responda sin leerlo o pensarlo dos veces. Eso sí puede sonar genérico, artificial, sin alma.
Pero el problema no es la herramienta, es cómo la usas. Porque también puedes escribir lo que tienes en mente, inclusive dictar tus ideas, hacer un primer borrador y luego dejar que ChatGPT te ayude a estructurar, mejorar la claridad, pulir frases o sugerir conexiones que tú no viste en una primera pasada. Y después, como etapa final, vuelves tú. Editas, corriges, metes ejemplos tuyos, refuerzas una frase clave. Le das tu voz. Eso es usar la IA como un aliado, no como un sustituto.
La autenticidad no está en evitar herramientas. Está en lo que tú aportas a ese contenido. Tus ideas, tus experiencias, tu conocimiento, tus historias. Eso no lo puede inventar ninguna inteligencia artificial, porque no ha vivido lo que tú has vivido. No ha fallado ni acertado como tú lo has hecho. No ha hablado con las personas que tú has conocido. No ha sentido las emociones que te impulsaron a tomar ciertas decisiones. Tu voz no se forma en el teclado, se forma en tu historia.

Por eso, usar ChatGPT no te quita autenticidad. Al contrario, puede ayudarte a descubrirla, si sabes integrarlo bien en tu proceso tu creación. Cuando lo ves como un sparring creativo, ese compañero de entrenamiento que te exige más, que te da retroalimentación, que te empuja a ir un poco más lejos, entonces empiezas a ganar. Es ese asistente invisible que te ayuda a ordenar ideas, encontrar estructuras, seguir formulas, detectar errores o simplemente superar bloqueos. Y en un mundo donde cada vez competimos más por atención, saber usar estas herramientas bien puede ser una ventaja enorme.
Pero claro, para que eso funcione, tú tienes que aportar algo primero. Tienes que tener ideas, haber leído, haber probado cosas, haber experimentado, haber reflexionado. La IA puede ayudarte a expresar mejor ese conocimiento, pero no puede reemplazarlo. Es tu responsabilidad llenar el contenido de ejemplos reales, de historias personales, de una perspectiva única en base a tu camino que solo tú puedes ofrecer. Porque eso es lo que conecta con la gente. Eso es lo que genera confianza.
2. En tu mente primero, en tus notas segundo y la inteligencia artificial después
Uno de los errores más comunes al trabajar con ChatGPT u otras herramientas de IA es empezar el proceso directamente con un prompt. Sin pensar, sin estructurar, sin saber exactamente qué quieres decir. Y si haces eso, lo más probable es que termines con un texto genérico, sin dirección, y lo peor de todo: sin alma.
Lo primero que debes hacer siempre es pensar. Tener una idea clara. Apuntar tus pensamientos, desarrollar tus conceptos, trazar un posible enfoque. Puedes hacerlo en tu cuaderno, en tu blog de notas o, como en mi caso, en una lista organizada en Notion. Lo importante es que empieces contigo. No con la máquina.
Una vez que eliges una idea principal, lo siguiente es desglosarla. ¿Qué subtemas se desprenden de esta idea? ¿Qué ejemplos podrías utilizar? ¿Qué historias personales tienes que se conectan con este concepto? Esa es la materia prima real. Y cuando ya tienes claridad, cuando ya sabes de qué quieres hablar y qué mensaje quieres transmitir, recién ahí puedes invitar a la inteligencia artificial a la conversación.

Porque ahí es cuando la IA se vuelve útil de verdad. Puedes pedirle ayuda para expandir un subtema, sugerir ángulos que quizás no habías considerado, darte referencias adicionales, pulir frases o proponer estructuras alternativas. Pero no puede sustituir tu perspectiva. No puede inventar tus historias. No puede pensar por ti.
Y esto no es teoría. Este mismo blog que estás leyendo nació así. De una idea que ya tenía guardada desde hace días. La rescaté, le di forma, escribí los sub temas que quería abordar, luego le pedí a ChatGPT que me ayudara a organizar una estructura clara, un esqueleto. A partir de ahí, empecé a dictar cada sección con mi voz, con mis ejemplos, con lo que sé, lo que he vivido, lo que he leído, lo que he probado. Y luego, nuevamente con ayuda de la IA, edité, corregí, ajusté.
Este proceso no solo me permite crear contenido más rápido, sino también más auténtico. Porque parte de mi experiencia real. Y además me ayuda a mejorar mi comunicación hablada, ya que estoy practicando dictar en voz alta. Esa espontaneidad que surge al hablar en vez de escribir me obliga a pensar con mayor claridad, a ser más directo, a encontrar mejores formas de expresar mis ideas. Es un ejercicio que me ha servido tanto para mejorar como creador de contenido escrito como para crecer como comunicador.
¿Tienes que dictar? No necesariamente. Puedes escribir si eso te funciona mejor y de hecho también es clave practicar tu escritura. Pero lo que sí es clave es que la primera versión salga de ti. Que sea tu primer borrador, con tu enfoque, tu voz. Y luego, una vez que tienes ese material, Chat GPT puede ayudarte a ordenarlo, a estructurarlo mejor, a editarlo con más precisión. Pero el origen siempre debe ser tu mente. Tus ideas. Tus historias.
3. Chat GPT como sparring creativo, no como escritor fantasma
Uno de los mayores errores que puedes cometer al usar inteligencia artificial para crear contenido es delegar completamente tu voz. Dejarle todo el trabajo a ChatGPT y convertirlo, sin darte cuenta, en tu escritor fantasma. Pero ChatGPT no está para reemplazarte. No es tu sustituto, es tu sparring.
Sí, como en el tenis.
Tú eres el jugador. Tú entras a la pista. Tú corres, sudas, ejecutas. Tú pruebas, fallas, aprendes, ajustas. Tú lideras el proceso. ChatGPT es ese entrenador que está al borde de la cancha, observándote. Viendo tu derecha, tu revés, tu saque. Evaluando tu actitud, tu energía, tu consistencia. Y de vez en cuando, se acerca a ti y te dice: baja un poco más el brazo, cuida tu movilidad, céntrate, recupera tu ritmo, mete más intención. No juega por ti. Pero sí te da información valiosa para que juegues mejor.
Eso es lo que tienes que entender.

Chat GPT, bien usado, es ese asistente detrás de escena que te ayuda a pulir lo que ya estás haciendo. Es un rebotador de ideas, un coach de escritura, un corrector de estilo, un catalizador de creatividad. Pero nunca debe ser quien lidera el proceso. Nunca debe ser quien toma la iniciativa. Esa parte te corresponde a ti.
Cuando usas Chat GPT como sparring creativo, puedes pedirle variaciones de un título, ejemplos para enriquecer un concepto, analogías para conectar mejor con tu audiencia, sinónimos que eleven tu mensaje. Puedes testear diferentes enfoques, reorganizar tus ideas, expandir subtemas que se te quedaron cortos. Incluso puedes usarlo para mejorar la claridad de un mensaje que ya escribiste. Y eso, bien aplicado, multiplica tu efectividad.
Pero lo más importante es que todo parte de ti. Tú decides el tema, tú marcas el ritmo, tú tomas las decisiones clave.
El contenido que estás leyendo en este blog lo demuestra. Cada idea, cada estructura, cada ejemplo nació de mí. Lo que ChatGPT me dio fue una estructura más clara, algunas frases mejor construidas, una edición más limpia. Pero todo está filtrado por mi criterio. Por lo que yo sé, lo que yo he vivido, lo que yo he probado en marketing, comunicación y copywriting. Y por eso suena a mí. No a una máquina.
Ese es el punto: usar la IA sin perder tu autenticidad.
Porque si solo copias y pegas lo que te dice, estás perdiendo tu ventaja. Estás renunciando a tu voz. Estás dejando que algo externo escriba por ti. Pero si la usas como un sparring, como ese coach que te da feedback pero no te quita el protagonismo, entonces estás haciendo lo correcto. Estás aprovechando la tecnología sin perder tu esencia. Estás mejorando, sin dejar de ser tú.
Y eso, al final, es lo que construye confianza con tu audiencia. Porque ellos no están buscando a otro robot. Están buscando a alguien real, con ideas, con historia, con experiencia.
4. La IA no reemplaza tu voz. Solo te ayuda a afinarla.
Para cerrar este artículo, quiero dejarte con algo que tu puedas usar hoy mismo. Un mini prompt sencillo que te ayude a mejorar tus textos sin sacrificar tu estilo personal. Porque si algo me ha quedado claro tras años escribiendo páginas web, emails y campañas para mí y para otros, es que la claridad y la autenticidad no se delegan. Se trabajan. Se pulen. Y la inteligencia artificial, si la usas con cabeza, puede ayudarte muchísimo en ese proceso.
Imagina que ya tienes una idea clara. Un borrador de email, un artículo que escribiste rápido, un guión de un video, una nota de voz que dictaste caminando por la calle. Puedes entrar a ChatGPT y usar un prompt como este:
“Optimiza este email con un estilo más directo y personal, manteniendo el mensaje original, pero agregando un par de ejemplos y al final una pregunta que invite al lector a interactuar o tomar acción.”
Y si quieres ir un poco más allá, puedes afinar el prompt incluyendo a quién te diriges. Por ejemplo:
“Haz que este texto conecte con un jugador de tenis de entre 25 y 40 años, que tiene pocas oportunidades de entrenar y competir, pero quiere seguir en forma mientras empieza en el mundo laboral y a tener mas responsabilidades. ¿Cómo lo motivarías?”
Lo puedes hacer super específico dependiendo a quien te quieras dirigir.
Este tipo de prompts no te hacen el trabajo. Pero sí te dan una estructura mejor, más limpia, que puedes editar, personalizar y convertir en algo más potente. En algo que de verdad conecte con tu audiencia.
Y si ya tienes claro el mensaje que quieres transmitir, puedes pedirle a GPT que te lo desglose en tres secciones bien organizadas. Incluso podrías usar la estructura que tanto me ha ayudado a mí: una introducción con fuerza emocional (ethos), un desarrollo con ideas que conectan con la lógica y las emociones del lector (logos y pathos), y un cierre claro que invite a la acción.
Todo eso, por supuesto, lo puedes hacer solo. Pero si puedes hacerlo más rápido y mejor con la ayuda de una herramienta, ¿por qué no usarla? La clave está en cómo la usas. En no delegar todo el proceso. En mantenerte como el autor. Como la mente creativa detrás de la pieza. ChatGPT puede ayudarte con sinónimos, analogías, titulares. Puede proponerte mejores formas de decir lo que ya quieres decir. Pero tú decides qué va y qué no. Tú defines el tono, los matices, la intención final.
Y si creas contenido en vídeo, esto es aún más evidente. Porque frente a cámara no hay filtros. No puedes leer un guión y sonar auténtico. O hablas con convicción, con claridad, con energía… o simplemente no conectas. Y para lograr eso, necesitas haber trabajado tus ideas antes. Haber entendido lo que quieres decir. Y haber usado la IA, si la usaste, como un sparring. No como un escritor fantasma.
Por eso creo que el verdadero poder está en usar la IA de forma consciente, estratégica y con criterio. Como un apoyo para avanzar más rápido, para escribir mejor, para construir sistemas más sólidos en tu negocio online. Pero siempre desde tu experiencia, tu voz, tus ideas, tus decisiones.
Si quieres seguir explorando este camino, he preparado un mini PDF con 5 prompts como los que te mostré arriba. Son simples, pero te pueden ayudar a escribir más rápido y con más impacto, sin perder tu autenticidad. Puedes descargarlo aquí abajo.
Y si te interesa profundizar en cómo usar la IA para construir tu negocio digital, vender tus productos o los de otros, y automatizar tus sistemas de contenido y ventas, te invito a suscribirte a mi lista de correos. Envío dos o tres emails por semana con herramientas, aprendizajes y estrategias para solopreneurs como tú y como yo.
La inteligencia artificial no viene a reemplazarte. Viene a potenciar lo que ya eres. Y si sabes cómo integrarla a tu sistema, puede convertirse en una ventaja enorme. Aprende a usarla e intégrala a tu sistema como un solopreneur de alto rendimiento.
