November 12, 2025

¿Qué harías si mañana te cierran todas tus redes sociales?

Imagínate… te despiertas un día como cualquier otro, abres el tu laptop listo para trabajar y te das cuenta de que Instagram ya no funciona. TikTok ha bloqueado tu cuenta. YouTube ha cerrado tu canal. De repente, toda tu presencia online parece haberse desvanecido. ¿Qué harías en esa situación? ¿Entrarías en pánico? ¿Comenzarías a mandar mensajes desesperados? ¿O simplemente aceptarías que todo lo que habías construido se ha esfumado y ya no está en tus manos?

Hoy quiero hablarte de algo mucho más importante que tener seguidores en redes sociales. Quiero hablarte de activos digitales que realmente te pertenecen. Esos que puedes controlar, que nadie puede quitarte, y que forman la base sobre la cual deberías construir tu negocio online como solopreneur. Porque si lo único que tienes son cuentas en plataformas de terceros, estás construyendo en terreno prestado, estas construyendo sobre arena.

Déjame hacerte una analogía. Imagina que construyes una casa. Una casa sólida, con cimientos de cemento, grande, firme, bien distribuida. Dentro puedes tener muchas cosas: televisión, refrigeradora, muebles, adornos. Pero si un día te roban la televisión o se daña el refrigerador, la casa sigue en pie. Puedes seguir viviendo ahí, puedes seguir construyendo y puedes recuperar lo perdido. Porque? Porque la base está intacta.

En cambio, si solo tienes los objetos y no tienes una casa donde ponerlos, estás siempre vulnerable. Las redes sociales son como esos objetos. Te ayudan, decoran, te dan presencia. Pero no son tuyas. En cualquier momento pueden desaparecer.

Por eso, en este artículo quiero mostrarte los 3 activos digitales que nadie te puede quitar. Aquellos que dependen solo de ti y que, si los trabajas con constancia, van a crecer y pueden sostener todo tu negocio online incluso en medio del caos.

Son estos tres:

  1. Tu página web, que es tu casa digital.
  2. Tu lista de correos, que es tu lista de contactos, tu comunidad privada.
  3. Tu mentalidad guerrera y disciplinada, que es el motor que hace crecer todo lo demás.

Vamos con el primero.

1. Tu página web: tu casa digital, tu base

Tu página web es el activo más visible y estratégico que puedes construir como solopreneur. Es tu casa online, tu carta de presentación, y el lugar donde llega la gente después de verte en redes, tras hacer clic en una campaña de Google Ads o Facebook Ads, o al encontrarte por SEO en Google o herramientas de inteligencia artificial. Es el espacio donde realmente pueden conocerte a fondo: quién eres, qué valores tienes, que servicios o productos ofreces, de dónde vienes y cómo te presentas.

La web es completamente tuya. No depende de algoritmos, ni de reglas externas, ni de terceros que puedan cambiar las condiciones de un día para otro. Aquí mandas tú. Tú decides cómo luce, qué dice, cómo se estructura, y con qué intención la construyes. No se trata solo de diseño (aunque también importa), sino de tener una estructura clara, textos que conviertan, y elementos que comuniquen tu esencia mientras guían al visitante hacia una acción determinada que tu quieres que tomen.

1.1. Tu casa digital que no sea solo bonita, sino que genere resultados.

Por eso es fundamental construir tu web con herramientas pensadas para el largo plazo. En mi caso, uso WordPress junto con Thrive Suite, y las recomiendo 100%. Están diseñadas para ayudarte a convertir visitantes en suscriptores o clientes, y te permiten crear, desarrollar y escalar tu negocio digital sin límites.

Otras opciones interesantes son Webflow, Wix o Elementor dentro de WordPress. Lo importante no es solo tener una web bonita, sino funcional: una página que refleje tu marca, comparta contenido de valor, eduque a tu audiencia y facilite que entren a tu comunidad. Ya sea a través de un lead magnet, un blog como este, o un video que conecte con ellos desde el primer clic.

Y lo mejor es que esta casa digital no se cae si mañana cambian las condiciones en Instagram o YouTube. Sigue en pie, firme, fuerte. Eres dueño del terreno, de las llaves y de cada rincón. Ese es el tipo de activo que quieres tener desde el principio: uno que construyes tú, que mejora con el tiempo, y que te representa cuando no estás presente.

 

2. Tu lista de emails: tu comunidad directa, tu club privado

Si tu página web es tu casa, tu lista de emails es el club privado que construyes detrás. Es donde invitas a pasar a la gente que más se conecta contigo, a quienes quieren saber más, aprender más, y tener un trato más directo. Es tu comunidad propia, la que no depende de algoritmos, redes sociales, ni tendencias pasajeras. Es tu activo digital más importante porque te permite mantener una conversación constante, profunda y directa con las personas que realmente importan.

Tu lista de emails depende 100% de ti. Es tu responsabilidad hacerla crecer, nutrirla y mantenerla viva con contenido de valor. No necesitas permiso de nadie para escribirle a tu comunidad. No estás limitado por el alcance orgánico de una red social. Aquí, cada email es una oportunidad de educar, motivar, contar historias, y sí, también de vender. Cuando lo haces bien, el ROI es bastante alto. Cada email enviado con intención genera confianza, fortalece la relación que tienes con tu audiencia e incluso es capaz de generar ingresos. Todo eso, desde una simple herramienta de comunicación que muchos subestiman.

Piensa en esto… si mañana desaparecen tus cuentas de Instagram, TikTok o YouTube, tu lista sigue ahí. Puedes seguir en contacto con tu comunidad, seguir creciendo, seguir vendiendo. Porque la gente ya te conoce, confía en ti, y si les das soluciones a problemas que tienen, estarán más que dispuestos a trabajar contigo. Una buena lista de emails es como el interés compuesto: crece poco a poco, casi sin darte cuenta, si le das a tus prospectos un buen incentivo para entrar (un lead magnet útil, una promesa clara) y consistencia en tu comunicación.

2.1 Comunicación directa con decenas o cientos de prospectos

¿Te imaginas tener 100, 500, 1.000, 5.000 o 10.000 personas suscritas? Cada vez que envías un email, es como subirte a un escenario con decenas o cientos de personas que quieren escucharte. Es un poder inmenso. Y lo mejor es que no se trata de desconocidos: es gente que ya te conoce, que decidió darte su atención y que, si haces bien tu trabajo, se convertirá tarde o temprano en cliente. Por eso digo que la lista de emails no solo es un activo. Es una ventaja injusta.

Existen varias herramientas de e‑mail marketing en el mercado que puedes usar para construir y crecer tu lista de e‑mails. Yo personalmente utilizo GetResponse desde hace varios años y me funciona de maravilla: lo recomiendo 100 %.

Otras muy buenas opciones que puedes considerar son ActiveCampaign, ConvertKit, Klaviyo o MailChimp y dependiendo de tu caso podrían tener sentido.

Si estás comenzando como solopreneur y quieres algo que puedas controlar sin depender de un gran presupuesto, GetResponse es una excelente opción. Si en cambio tu negocio ya está escalando, tienes muchos suscriptores, múltiples productos, y buscas segmentación súper avanzada, quizá en el futuro optar por ActiveCampaign tenga sentido.

3. Tu mentalidad: el músculo invisible que sostiene todo

En el camino del solopreneur, tener habilidades técnicas o un buen producto no es suficiente. Lo que marca la diferencia, sobre todo en los primeros meses (o años), es tu mentalidad. Es la disciplina para seguir aprendiendo, para investigar, para probar cosas nuevas y ejecutar aunque no veas resultados inmediatos. Es el coraje de no quedarte estancado, de innovar, de buscar respuestas, de salir a construir aunque tengas dudas, miedo o cansancio. Porque este camino está lleno de días duros, de rechazos, de momentos de invisibilidad, de preguntas sin respuesta.

3.1 Mentalidad de Constructor

Aquí es donde entra la mentalidad de constructor. No solo eres alguien que ofrece servicios o vende productos. Eres alguien que crea. Que aprende de otros, que toma lo mejor de cada mentor, de cada experiencia, de cada error, y lo transforma en su propio sistema, en su propio producto, en su propio servicio, en definitiva en su propia visión. Esa mentalidad de creador te empuja a levantar una marca sólida, un mensaje auténtico, una solución con identidad. Como dice Naval Ravikant: “Build and sell”. Construir y vender. Las dos habilidades clave para crear riqueza como emprendedor.

3.2 Mentalidad de Guerrero Disciplínado

Y en mi caso, esa mentalidad también se alimenta del tenis. Desde pequeño aprendí a luchar cada punto, a no rendirme aunque estuviera perdiendo 0–5, a correr una bola más aunque ya pareciera imposible. Esa actitud de guerrero se lleva a la cancha, pero también a cada proyecto, cada email, cada video, cada interacción, cada venta. Es ese fuego interno que te dice: no bajes los hombros, sigue, pelea, intenta una vez más. No pienses en el error anterior. Piensa en el siguiente punto. En el siguiente paso. En lo que puedes construir hoy.

No es fácil. Vas a sentirte tentado a abandonar muchas veces. Yo lo viví. Empecé con una agencia de marketing, luego me metí en dropshipping, después e-commerce, print-on-demand, afiliación. Fallé, pivoteé, aprendí. Y cada intento me dio experiencia, claridad, herramientas. Hoy combino todo ese bagaje con lo que más amo: el tenis, la tecnología, la escritura y la comunicación. Sigo en el proceso, sí. Pero ya he visto los primeros frutos: clientes, ventas online, una comunidad en YouTube y en mi lista de emails. Y lo más importante: la confianza de estar en el camino correcto.

No se trata de tener éxito rápido. Se trata de construir con visión de largo plazo. De sostener la fe cuando los resultados no aparecen, y de seguir ejecutando el plan. Porque las pequeñas victorias eventualmente llegan… un lead, un mensaje, una venta, una conversación. Y eso refuerza tus creencias. Eso te da más fuerza y gasolina para seguir. Si te mantienes firme, si sigues construyendo y mejorando, si no te das por vencido cuando los demás tiran la toalla, llegará tu momento. Y si llega el punto de pivotear, lo harás con más fuerza, con más claridad y con un recorrido que ya nadie te puede quitar.

4. Bonus: Auditoría de Activos + Quick Win práctico

Para cerrar este artículo, quiero proponerte un ejercicio sencillo pero poderoso: haz una auditoría de tus activos. Toma papel y lápiz (o abre una nota en tu teléfono) y divide en dos columnas: lo que controlas y lo que no.

En la columna de lo que controlas van tus activos reales: tu página web, tu lista de correos, tu mentalidad, tu plan de contenido y tu capacidad de ejecución. También controlas los videos que grabas, los blogs que escribes con estrategia SEO, los lead magnets que creas para atraer suscriptores y las landing pages que conectan todo tu sistema. Cada uno de esos elementos construye tu ecosistema digital. Cada pieza de contenido que publicas, si está bien pensada,  puede vivir y crecer por años, trayéndote resultados de forma orgánica.

Ahora, en la otra columna, anota lo que no controlas: los algoritmos de redes sociales, las reacciones de la audiencia, si alguien te responde un email o no, si una herramienta falla o si una plataforma te bloquea sin previo aviso. No puedes hacer nada con eso. Así que enfócate en lo que sí depende de ti: la constancia, el enfoque, la estrategia, la creatividad, tu ritmo de trabajo y tu actitud.

Como bonus, he preparado un PDF checklist descargable para que puedas hacer esta auditoría en menos de un minuto. Descárgalo aquí y ten clara la diferencia entre lo que depende de ti y lo que no. Así puedes enfocar tu energía de forma inteligente, con más claridad y confianza.

Las redes sociales, aunque no te pertenecen, pueden ser canales importantes para amplificar tus activos. Publicar en YouTube, X, Facebook, instagram o TikTok está bien pero que el foco no sea solo tener likes, sino llevar tráfico a tus activos propios. Construye algo que no desaparezca cuando sople el viento. Algo que crezca como el interés compuesto. Lento al principio, pero con fuerza imparable si eres constante.

Yo, por ejemplo, tengo mi página web, mi lista de emails, mis lead magnets, mis videos, mis artículos, y cada uno de ellos está pensado para sumar ladrillos a esa estructura. Esa estructura que me va a permitir escalar con sistemas, con automatización, con comunidad. Y todo eso parte de un plan claro, una dirección concreta y una mentalidad comprometida. Día sí, día sí, con la determinación de avanzar un paso más. Y sí, también dejando un día para descansar, recuperar y volver con más energía.

Y para ayudarte a seguir este camino como solopreneur de alto rendimiento, te invito a unirte a mi newsletter. Cada semana envío 2 o 3 emails con ideas prácticas sobre email marketing, sistemas de automatización, productividad, cómo vender productos digitales (propios o de otros), y cómo crear una comunidad que conecte de verdad contigo. Además, comparto historias personales sobre mi experiencia como solopreneur de alto rendimiento, mezclando el mundo del tenis, la comunicación, los viajes, y mi pasión por crecer.

 

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ACERCA DEL AUTOR 

Martín Moncayo es solopreneur digital con mentalidad de atleta. Ex tenista profesional, experto en email marketing, sistemas de venta, herramientas no-code y creación de contenido estratégico.

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